Ramón Frías

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28 de octubre de 2010

3:59 p. m.

Diez principios fundacionales de la DSI

Tomado de padrenuestro.net

P. Robert P. Maloney, C.M.
Superior General
http://www.secretariadojmv.org/inter/formacion/dsi/sp/principios.htm


Permítaseme comenzar este artículo con un examen, en realidad muy fácil. Cuántos lectores pueden decir:
¿los diez mandamientos?
¿las ocho bienaventuranzas?
¿las cuatro virtudes cardinales?
¿las tres virtudes teologales?
¿los siete sacramentos?
¿las siete obras corporales de misericordia?
¿los siete pecados capitales?
Casi todos, al menos esforzando un poco la memoria. ¿Cuantos podrán enumerar los diez principios sociales que constituyen “una parte esencial de la fe católica”?
¿Ninguno?

Extrañamente, esta pregunta recibe la misma confusa respuesta en casi todos los grupos de católicos. Sin embargo, la Iglesia ha venido proclamando su doctrina social elocuente y repetidamente a lo largo de los últimos cien años. Hace seis años, al exponer mis expectativas para la Congregación de la Misión, propuse la pregunta: “¿A quien nosotros formamos llegan a percibir que los Misioneros Vicencianos son ‘expertos’ en la doctrina social de la Iglesia?” Más recientemente todavía, el 1 de enero de 1999, presenté este reto a las Hijas de la Caridad: “Les animo a que hagan de la doctrina social de la Iglesia una parte integral de la formación de los miembros de la Compañía”.
La verdad es que, como afirmó recientemente una conferencia episcopal, que “A una gran mayoría de los católicos no les es familiar” la doctrina social de la Iglesia. Los obispos añaden: “Muchos católicos no entienden suficientemente que la doctrina social de la Iglesia es una parte esencial de la fe católica”[1].
¿Por qué esta parte esencial de nuestra fe es tan poco conocida? Una razón es que la doctrina social católica no ha sido convenientemente condensada para su consumo; no ha sido “organizada” con fines catequéticos, como los diez mandamientos o los siete sacramentos.
¿Cómo podemos nosotros ayudar a la Iglesia a proclamar esta relativamente desconocida, aunque esencial, porción de nuestra fe? En cierto sentido la repuesta es sencilla, pero es al mismo tiempo un desafío: nosotros debemos primero, conocer esta doctrina y, después, en segundo lugar, comunicarla a los demás.
Diez principios en la doctrina social de la Iglesia
He aquí unos bloques fundamentales sobre los que descansa toda la doctrina social de la Iglesia.


1. El principio de la Dignidad de la Persona Humana.

“Todo ser humano es creado a imagen de Dios y redimido por Jesucristo y, por lo tanto, es de un valor incalculable y digno de respeto como miembro de la familia humana”[2].
Este es el principio fundamental de la enseñanza social católica. Toda persona - prescindiendo de raza, sexo, edad, patria, religión, inclinaciones sexuales, empleo o nivel económico, salud, inteligencia, éxitos o cualquier otra característica diferenciadora – es digna de respeto. No es lo que uno hace o tiene lo que da derecho al respeto, lo que establece la dignidad de uno es sencillamente el ser una persona humana. Dada esa dignidad, la persona humana en la visión católica nunca es un medio, es siempre un fin.
El cuerpo de la doctrina social católica comienza con la persona humana, pero no termina ahí. Los individuos tienen su dignidad personal; pero el individualismo no tiene lugar en el pensamiento social católico. El principio de la dignidad humana da a la persona el derecho a la pertenencia, como miembro, a una comunidad, la familia humana.


2. El principio del Respeto por la Vida Humana

“Toda persona, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, posee una inherente dignidad y el derecho a la vida, que fluye inevitablemente de dicha dignidad”[3].
La vida humana en cualquier estadio de su desarrollo o decadencia es preciosa y, por lo tanto, digna de protección y respeto. Es siempre equivocado atacar directamente a una vida humana inocente. La tradición católica ve lo sagrado de la vida humana como parte de cualquier visión moral en orden a una sociedad justa y buena.


3. El Principio de Asociación.

“Nuestra tradición proclama que la persona humana no es solamente sagrada sino también social. La manera cómo organicemos nuestra sociedad – en economía y política, en las leyes y ordenamiento político – afecta directamente a la dignidad humana y a la capacidad de los individuos de desarrollarse en la comunidad”[4].
La pieza central de la sociedad es la familia: la estabilidad de la familia debe siempre ser protegida y nunca socavada. Mediante la asociación con otros – en familias y en otras instituciones sociales que fomentan el crecimiento, protegen la dignidad y promueven el bien común – la persona humana alcanza su realización.


4. El Principio de Participación.

“Nosotros creemos que las personas tienen el derecho y el deber de participar en la sociedad, buscando juntos el bien común y el bienestar de todos, especialmente de los pobres y más vulnerables”[5].
Sin participación, los beneficios disponibles para un individuo a través de cualquier institución social no consiguen su objetivo. La persona humana tiene el derecho de no ser excluida de la participación en aquellas instituciones que son necesarias para el desarrollo humano.
Este principio se aplica de manera especial a las condiciones relativas al trabajo. “El trabajo es más que un medio de ganarse la vida; es una forma de participación continua en la acción creadora de Dios. Si se ha de proteger la dignidad del trabajo, se deben respetar los derechos fundamentales de los trabajadores –el derecho a un trabajo productivo, a un salario decente y justo, a organizar sindicatos y a afiliarse a ellos, a la propiedad privada, y a la iniciativa económica”[6].


5. El Principio de la Protección Preferencial de los Pobres y Vulnerables

Nosotros creemos que estamos en contacto con Cristo cuando lo estamos con los pobres. El relato del juicio final [7] tiene un importante papel en la tradición de la Fe Católica. Desde sus primeros días la Iglesia ha enseñado que seremos juzgados por lo que hayamos elegido hacer o no hacer al hambriento, al sediento, al enfermo, al que no tiene hogar, al encarcelado. Hoy la Iglesia expresa esta enseñanza con los términos de “opción preferencial por los pobres”.
¿Por qué este amor preferencial por los pobres? ¿Por qué poner las necesidades de los pobres en primer lugar? Porque el bien común – el bien de la sociedad en su conjunto – lo requiere. Lo opuesto al rico y poderoso es el pobre y desvalido. Si el bien de todos, el bien común, ha de prevalecer, la protección preferencial ha de ser para los afectados negativamente por la ausencia de poder y por la presencia de privación. De lo contrario, el equilibrio requerido para mantener a la sociedad unida se romperá en detrimento del conjunto.


6. El principio de solidaridad.

“La enseñanza social católica proclama que todos somos custodios de nuestros hermanos y hermanas, dondequiera que vivan. Somos una familia humana... Aprender a practicar la virtud de la solidaridad significa aprender que ‘amar a nuestro prójimo’ en un mundo interdependiente tiene unas dimensiones globales”[8].
El principio de solidaridad lleva a decisiones que promuevan y protejan el bien común.
La solidaridad nos llama a responder no simplemente a las desgracias personales individuales; hay problemas sociales que están pidiendo a gritos estructuras sociales más justas. Por esta razón la Iglesia nos esta llamando hoy no sólo a comprometernos en las obras de caridad sino también a trabajar por la justicia social.


7. El Principio de Administración.

“La tradición católica insiste en que demostremos nuestro respeto por el Creador mediante la administración de la creación”[9].
El administrador es un gerente, no un propietario. En una época de creciente conciencia respecto a nuestro entorno físico, nuestra tradición nos está llamando a un sentido moral de responsabilidad en relación con la protección del medio ambiente – campos de cultivo, praderas, bosques, aire, agua, minerales y otras reservas naturales. Las responsabilidades de administración se refieren también al uso personal de nuestros talentos, al cuidado de nuestra salud personal y al uso de nuestras pertenencias.


8. El Principio de Subsidiaridad.

Este principio trata principalmente de “las responsabilidades y límites de gobierno, y de los papeles esenciales de las asociaciones de voluntariado”[10].
El principio de subsidiaridad pone un límite adecuado a la acción del gobierno, insistiendo en que ninguna instancia superior debe realizar una función que pueda ejercer eficaz y eficientemente, en un nivel inferior, una organización de personas o grupos más cercanos a los problemas y cercanos a la base. Los gobiernos opresores violan siempre el principio de subsidiaridad; los gobiernos excesivamente activos también violan, a veces, este principio [11].
Por otra parte, los individuos, con frecuencia, se sienten desarmados ante los tremendos problemas sociales: el desempleo, gente que duerme en las aceras o pidiendo limosna en las esquinas de las calles. Al tener estos problemas dimensiones sociales, ninguna persona o grupo puede hacer mucho para solucionarlos. Aunque dando la debida importancia a la subsidiaridad, el Gobierno que recauda las tasas debe ayudar a los individuos, a las comunidades menores, y a la comunidad nacional a “hacer algo” respecto a tales problemas. Por consiguiente, cuando pagamos las tasas estamos contribuyendo al establecimiento de la justicia social.


9. El Principio de la Igualdad Humana.

“La igualdad de todas las personas se deriva de su dignidad esencial.... Mientras que las diferencias en talentos son parte del plan de Dios, la discriminación social y cultural en los derechos fundamentales... no es compatible con el designio de Dios”[12].
Tratar a los iguales con igualdad es una de las maneras de definir la justicia, entendida también clásicamente como dar a cada persona lo que le es debido. Subrayar la noción de igualdad es afirmar el principio elemental de justicia; uno de los primeros impulsos éticos que siente la persona humana en su desarrollo es el sentido de lo que es “justo” y de lo que no lo es.


10. El Principio del Bien Común.

“Por bien común se entiende el conjunto de condiciones que permite a las personas alcanzar el desarrollo pleno de sus capacidades humanas y llegar a la realización de su dignidad humana”[13].
Las condiciones sociales que la Iglesia tiene en mente presuponen “el respeto por la persona”, “el bienestar social y el desarrollo del grupo” y el mantenimiento, por parte de la autoridad pública, de la “paz y la seguridad”. Hoy, en una época de interdependencia global, el principio del bien común apunta a la necesidad de estructuras internacionales que puedan promover el justo desarrollo de las personas y familias en el ámbito regional y nacional.
Qué es lo que constituye el bien común va a ser siempre objeto de debate. La ausencia de sensibilidad respecto al bien común es un signo seguro de decadencia en la sociedad. En la medida en que el sentido comunitario se erosiona, la preocupación por el bien común declina. Una adecuada preocupación por la comunidad es el antídoto contra el desenfrenado individualismo, que, como el incontrolado egoísmo en las relaciones personales, puede destruir el equilibrio, la armonía y la paz en y entre los grupos, las vecindades, las regiones y las naciones.
Éstos son los diez principios. Es algo maravilloso incluir estos principios de la doctrina social de la Iglesia entre los puntos esenciales de la fe. Al hacerlo, afirmamos que nuestras creencias son la base de la acción. Para el cristiano no hay sólo credenda sino también agenda. Nuestra agenda, por lo tanto, descansa sobre estos diez bloques de construcción:
La Dignidad de la Persona Humana
La Vida Humana
La Participación
La Asociación
La Preferencia por los Pobres
La Solidaridad
La Administración
La Subsidiaridad
La Igualdad
El Bien Común
Comunicar esta enseñanza.
Deseo animar a todos los miembros de nuestra Familia Vicenciana a comunicar a los demás la doctrina social de la Iglesia. Esta enseñanza debería ser de extrema importancia para nosotros, que vivimos en la tradición vicenciana. La opción preferencial de la Iglesia por los pobres nace de ahí. Los pobres, sin duda, se beneficiarán en la medida en que nosotros y otros, estemos profundamente enraizados en “esta parte esencial de la fe católica”. Permítanme que les ofrezca rápidamente una serie de sugerencias concretas sobre cómo podríamos “usar” estos principios.
1. Podrían constituir
diez temas para una serie de conferencias en un programa de educación de adultos,
diez apartados en un curso de un semestre,
diez capítulos en un libro de texto,
diez proyectos en un centro de investigación,
diez secciones en una página web.
2. Para quienes llevan un fichero-archivo, estos principios podrían ser “depósitos”donde ir introduciendo la sabiduría recogida de:
la Escritura,
la literatura patrística,
la historia de la Iglesia,
los escritos teológicos,
la enseñanza conciliar y papal,
la enseñanza de diversas conferencias episcopales,
otras fuentes, como la literatura contemporánea.
3. Quienes gozan con juegos mnemotécnicos y acrósticos podrían combinar el orden de los principios para construir palabras o conjuntos de mayúsculas fáciles de recordar.
4. Para encarnar estos principios, uno podría escribir diez ensayos biográficos breves, centrándolos en personas que han dado vida a uno o más de estos principios, de manera significativa, e.g.:
San Vicente,
Santa Luisa,
Federico Ozanam,
Rosalía Rendu,
Madre Teresa de Calcuta,
Dorothy Day,
Mahatma Gandhi,
Martín Lutero King,
¿ ?
5. Se pueden buscar pasajes en las grandes voces sociales del pasado e introducirlos en cada una de las carpetas-fichero de estos diez principios:
Ambrosio,
Crisóstomo,
Tomás de Aquino,
¿ ?
¿ ?
¿ ?
6. Usando estos diez principios como guía, se podrían estudiar las grandes encíclicas sociales y seleccionar los pasaje-clave que enuncian los principios, y a continuación introducirlos en cada una de las diez carpetas.
7. Se podría consultar el índice del nuevo Catecismo de la Iglesia Católica y buscar explicaciones más amplias de la doctrina social de la Iglesia; y señalar las secciones del Catecismo que tienen relación con cada uno de los principios.
Los principios son importantes. Una vez interiorizado, conducen a algo. Guían nuestras decisiones. Nos impulsan a obrar. Una persona de principios tiene un lugar donde mantenerse firme. Conoce de donde viene y a donde desea llegar. Los principios nos dan una motivación. Quienes de entre nosotros somos maestros anhelamos, en lo profundo de nuestros corazones, ayudar a formar personas de principios, que estén dispuestas y deseosas de actuar responsablemente.
Estos diez principios pueden servir como base de análisis en cualquier problema social. Por ejemplo, si alguno se pregunta por qué los documentos de la Iglesia se centran, tan a menudo, en la guerra, la paz, las armas nucleares, la economía, el aborto, la eutanasia, el cuidado de la salud, la educación y una amplia gama de otros temas que tienen una clara dimensión social y moral, estos principios proporcionan el marco necesario para entender dicha enseñanza.
Mirando hacia los últimos cien años, Juan Pablo II escribió en la Centesimus Annus: “Para la Iglesia, enseñar y difundir la doctrina social pertenece a su misión evangelizadora y forma parte esencial del mensaje cristiano”[14]. Y añade: “La ‘nueva evangelización’... debe incluir entre sus elementos esenciales el anuncio de la doctrina social de la Iglesia”[15]. Ésas son palabras fuertes. Sería difícil expresarse de una manera más clara. La doctrina social de la Iglesia es una parte esencial de nuestra fe. Debemos proclamarla abiertamente en la nueva evangelización.
Hoy, animo a toda la Familia Vicenciana a aceptar este reto[16].
(Traducido por Rafael Sáinz, C. M.)
[1] Cf. Sharing Catholic Social Teaching: Challenges and Directions - Reflections of the U.S. Catholic Bishops (Washington, DC: N.C.C.B., June, 1998). 1.
[2] Sharing Social Teaching: Challenges and Directions - Reflections of the U.S. Catholic Bishops (Washington, DC: N.C.C.B., June 1998).
[3] Ibid. págs. 1-2.
[4] Ibid. pág. 4
[5] Ibid. pág. 5.
[6] Ibid. pág. 5.
[7] Mt 25, 31-46.
[8] Ibid. pág. 5.
[9] Ibid. pág. 6.
[10] Ibid. pág. 6.
[11] Estos ocho primeros principios han sido sacados del documento relativamente breve “Reflections of the U.S.Catholic Bishops”, que, como segundo subtítulo de Sharing Catholic Social Teaching, describe esta producción de la Conferencia Nacional de los Obispos Católicos. Al leer el informe-sumario de la fuerza de choque, he encontrado el enunciado de los dos principios adicionales que siguen.
[12] “Summary,” págs. 23-24.
[13] “Summary,” pág. 25.
[14] Centesimus Annus 5.
[15] Ibid.
[16] Confieso, sin avergonzarme mucho, que, para el contenido de este artículo, carne y huesos, he robado gran parte de William J. Byron “Ten Building-Blocks of Catholic Social Teaching”, America (Vol. 179, # 13; October 31, 1998) 9-12. El artículo del Padre Byron ha sido ampliamente difundido, reimpreso, por la Conferencia de Obispos de Asia. El autor ha sido muy generoso al darme permiso para hacer uso del artículo de la forma que yo quisiera, y hasta me ha enviado una versión más completa.
2:05 a. m.

Doctrina social de la Iglesia en el Magisterio Pontificio

Fuente: Mercaba.org

RERUM NOVARUM - Carta encíclica del Sumo Pontífice LEÓN XIII sobre la "condicion" de los obreros - 15 de mayo de 1891.
PACEM DEI MUNUS- Carta encíclica del Papa Benedicto XV promulgada el 23 de mayo de 1920 Sobre la reconciliacion cristiana por la paz.
QUADRAGESIMO ANNO - Carta Encíclica del Papa Pío XI en el 40 aniversario de la "Rerum Novarum".
DIVINI REDEMPTORIS - Carta encíclica del Papa Pío XI promulgada el 19 de marzo de 1937. Sobre el comunismo ateo.
MIT BRENNENDER SORGE - Carta encíclica de S.S. Pío XI sobre la situación de la Iglesia en el Reich Germánico - 14 de marzo de 1937
NON ABBIAMO BISOGNO. Encíclica para la Acción Católica de Italia 29 de junio de 1931.
INTRODUCCIÓN Y TEXTOS DE ALGUNOS RADIOMENSAJES - Doctrina Social de la Iglesia en Pío XII
SUMMI PONTIFICATUS. Carta Encíclica del Sumo Pontífice Pío XII sobre los errores y verdades de hoy. Del 20 de Octubre de 1939.
MATER ET MAGISTRA - Carta Encíclica del Papa Juan XXIII en el 70 aniversario de la "Reum Novarum" Sobre los recientes desarrollos de la cuestión social a la luz de la doctrina cristiana 15-V-1961.
PACEM IN TERRIS - Carta Encíclica del Papa Juan XXIII. Sobre la paz entre los pueblos -11-IV-1963.
GAUDIUM ET SPES - Constitución pastoral del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia en el mundo actual.
POPULORUM PROGRESSIO - Carta Encíclica del Papa Pablo VI. Promulgada el 26 de Marzo de 1967.
OCTOGESIMA ADVENIENS - Carta Apostólica del Papa Pablo VI en el 80 aniversario de la "Rerum Novarum"
LABOREM EXERCENS - Carta Encíclica del sumo pontífice JUAN PABLO II. sobre el trabajo humano en el 90 aniversario de la Rerum Novarum.
SOLLICITUDO REI SOCIALIS - Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II. AL cumplirse el vigésimo aniversario de la POPULORUM PROGRESSIO.
CENTESIMUS ANNUS - Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II en el centenario de la "Rerum Novarum".
DISCURSO DE JUAN PABLO II A LA QUINCUAGÉSIMA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS en 1995.
ENTREVISTA A KAROL WOJTYLA SOBRE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA en 1978. (pdf)
LIBERTAD CRISTIANA Y LIBERACIÓN. Instrucción para la Congregación de la Doctrina de la Fe. 22 de Marzo de 1986.
Declaración final de la Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos para Europa. Del 28 de Noviembre al 14 de Diciembre de 1991. (pdf)
PACEM IN TERRIS, UNA TAREA PERMANENTE. Mensaje de su Santidad el Papa Juan Pablo II, para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz. 1 de Enero de 2003.
EL HOMBRE, LA CULTURA Y LA CIENCIA A LA LUZ DEL MENSAJE DE CRISTO. Discurso de Juan Pablo II a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (pdf)
ECCLESIA IN EUROPA. Exhortación Apostólica Postsinodal. Del Santo Padre Juan Pablo II a los obispos, a los presbíteros y diáconos, a los consagrados y consagradas y a todos los fieles laicos, sobre Jesucristo vivo en su Iglesia y fuente de esperanza para Europa. 28 de Junio de 2003.
UN COMPROMISO SIEMPRE ACTUAL, EDUCAR A LA PAZ. Mensaje de su Santidad Juan Pablo II en la XXXVII Jornada Mundial de la Paz - 2004 (1º de enero de 2004).
Carta de los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Colaboración del Hombre y la Mujer en la Iglesia y en el Mundo. Congregación para la Doctrina de la Fe. Roma, 31 de Julio de 2004.

29 de julio de 2010

4:47 p. m.

Guia Teol III

Disculpas por las tildes. En breve corregire los errores por el teclado en ingles.

Explicar en que consiste el humanismo integral y solidario.
Explicar la mision de la iglesia y la doctrina social, especificar la natualeza de la DSI.
Realizar un breve esbozo historico de la DSI
Explicar la persona humana desde la DSI

Definir los siguientes principios de la DSI.

Bien Comun
Destino Universal de los bienes.
Subsidiaridad
Participacion
Solidaridad
Los Valores
La verdad
La justicia
La via de la caridad

21 de junio de 2010

11:03 p. m.

Compendio de la DSI


Saludos estudiantes de Teología III, aquí les dejo el Compendio de DSI como les había prometido.
Espero les ayude a ampliar sus conocimientos. Les será de gran ayuda en las exposiciones.

15 de marzo de 2010

23 de enero de 2010

9:43 p. m.

Ejercicio de Lógica

Para aquellos que les gusta hacer uso del razonamiento les dejo con un ejercicio que propusiera Irving Copi en su libro introductorio de la lógica.

Espero podamos discutirlo en clases.

En cierta comunidad mítica los políticos nunca dicen la verdad y los no políticos siempre dicen la verdad. Un extraño se encuentra con tres nativos y le pregunta al primero de ellos: ¿Eres un político? El primer nativo responde la pregunta. El segundo nativo dice entonces que el primero negó ser un politico. El tercer nativo dice que el primer nativo es un político. ¿Cuántos de los nativos son politicos?

Nos vemos en el aula!!!

8 de noviembre de 2009

3:07 p. m.

Apoyo segundo parcial de Filosofía



FILOSOFIA SOCRATICA

Tal vez la mayor personalidad filosófica en la historia haya sido Sócrates. Nacido alrededor del año 470 a.C., practicó un diálogo continuo con sus alumnos hasta que fue sentenciado a muerte, condena que cumplió bebiendo cicuta en el 399 a.C. A diferencia de los sofistas, Sócrates se negó a aceptar dinero por sus enseñanzas, afirmando que no tenía ninguna certidumbre que ofrecer excepto la conciencia de la necesidad de más conocimiento. Sócrates no dejó ningún escrito, pero sus enseñanzas fueron preservadas para las generaciones posteriores en los diálogos de uno de sus más famosos discípulos, Platón, y también aparecen en los escritos de Jenofonte. Sócrates enseñó que cada persona tiene pleno conocimiento de la verdad última dentro de su alma y que sólo necesita llevarlo a la reflexión consciente para darse cuenta. Por ejemplo, en Menón (un diálogo platónico) Sócrates plantea a través de una ficción la forma en que un esclavo ignorante puede llegar a la formulación del teorema de Pitágoras, demostrando así que el conocimiento está innato en el alma, en vez de ser implícito o indisociable de la experiencia. Sócrates creía que el deber del filósofo era provocar que la gente pensara por sí misma, en vez de enseñarle algo que no supiera. Por eso se decía partero o alumbrador de ideas. Su contribución a la historia de la filosofía no fue una doctrina sistemática, sino un método de reflexión, la mayéutica, y un tipo de existencia. Hizo hincapié en la necesidad de un examen analítico de las creencias de cada uno, de definiciones claras de los conceptos básicos, y de un planteamiento racional y crítico de los problemas éticos.


FILOSOFIA PLATONICA


Platón fue un pensador más sistemático que Sócrates, pero sus escritos, en especial los primeros diálogos, pueden ser considerados como una continuación y elaboración de las ideas socráticas. Al igual que Sócrates, Platón consideró la ética como la rama más elevada del saber, y subrayó la base intelectual de la virtud al identificar virtud con sabiduría. Esta idea llevó a la llamada “paradoja socrática” por la que “ningún hombre hace el mal por propia voluntad”, como dice Sócrates en Protágoras. Más tarde, Aristóteles advertiría que una conclusión así no da lugar a la responsabilidad moral. Platón exploró también los problemas fundamentales de la ciencia natural, la teoría política, la metafísica, la teología y la epistemología, y enriqueció conceptos tales como el conocimiento (en Teeteto), el origen y esencia del lenguaje (en Crátilo), la justicia (en La República) o la belleza (en El Banquete), entre otros muchos, que posteriormente se erigieron en fundamentos permanentes del pensamiento occidental.

Para Platón, la verdad, la belleza y la justicia coinciden en la idea del bien.

La base de la filosofía de Platón es su teoría de las ideas, o doctrina de las formas. La teoría de las ideas (que queda expresada en muchos de sus diálogos, sobre todo en La República y Parménides) divide la existencia en dos esferas o mundos, una “esfera inteligible” de ideas o formas perfectas, eternas e indivisibles, el Topos Uranos, y una “esfera sensible”, de objetos concretos y conocidos. Los árboles, las piedras, los cuerpos humanos y en general los objetos que pueden ser conocidos a través de los sentidos son para Platón irreales, sombríos y copias imperfectas de las ideas. Llegó a esta, en apariencia, extraña conclusión por las elevadas reglas que adjudicó al conocimiento, por ejemplo, que todos los objetos auténticos de conocimiento fueran descritos sin contradicciones. Como todos los objetos percibidos por los sentidos experimentan cambios, una afirmación hecha respecto a esos objetos en un instante no será válida en un momento posterior. Según Platón, esos objetos no son del todo reales. Las creencias que se derivan de la experiencia de esos objetos son, por lo tanto, imprecisas e inconstantes, mientras que los principios de las matemáticas y la filosofía —elaborados a partir de la meditación interior sobre las ideas— constituyen el único saber digno de ese nombre. En La República, Platón expuso su famoso mito de la caverna, en el cual muestra cómo la humanidad, prisionera en una caverna, confunde las sombras proyectadas en una roca con la realidad y en el que considera al filósofo como la persona que penetra en el Universo fuera de la caverna de la ignorancia y alcanza una visión de la verdadera realidad, el mundo de las ideas. El concepto de Platón del bien absoluto —que es la idea más elevada y engloba a todas las demás— ha sido una fuente principal de las doctrinas religiosas panteísta y mística en la cultura occidental.

La teoría de las ideas de Platón y su visión racionalista del conocimiento son la base de su idealismo ético y social. El mundo de las ideas eternas facilita las normas o ideales según los cuales todos los objetos y acciones han de someterse al juicio del hombre. La persona filosófica, que se abstiene de los placeres sensuales y busca en su lugar el conocimiento de los principios abstractos, encuentra en esos ideales los modos para regir la conducta personal e intervenir en las instituciones sociales. La virtud personal consiste en una armónica relación entre las facultades del alma. La justicia social consiste entonces en la armonía entre las distintas clases de la sociedad. El estado ideal de una mente sana en un cuerpo sano requiere que el intelecto controle los deseos y las pasiones, así como el estado ideal de la sociedad requiere que los individuos más sabios controlen a las masas buscadoras de placer. Para Platón, la verdad, la belleza y la justicia coinciden en la idea del bien. Por lo tanto, el arte que expresa los valores morales es el mejor. En su programa social, Platón apoyó la censura en el arte, por estimarla como un instrumento para la educación moral de la juventud.

FILOSOFIA ARISTOTELICA

Aristóteles, que empezó a estudiar en la Academia de Platón con 17 años, en el 367 a.C., es considerado el más ilustre discípulo de Platón y se sitúa junto con su maestro entre los más profundos e influyentes pensadores de la historia de Occidente. Después de asistir durante varios años a la Academia, se convirtió en el preceptor de Alejandro Magno. Más tarde regresó a Atenas para fundar el Liceo, una escuela que, al igual que la Academia de Platón, fue durante siglos uno de los grandes núcleos de enseñanza en Grecia. En sus conferencias, Aristóteles definió los conceptos y principios básicos de muchas de las ciencias teóricas, como la lógica, la biología, la física y la psicología. Al establecer los rudimentos de la lógica como ciencia, desarrolló la teoría de la inferencia deductiva, representada por el silogismo (proposición deductiva que utiliza dos premisas y una conclusión), y un conjunto de reglas para fundamentar lo que habría de ser el método científico.

Para Aristóteles, cada cosa real es una mezcla de potencia y acto.

En su Metafísica, Aristóteles discutió la separación que hizo Platón de idea y materia, y afirmó que las ideas o esencias están contenidas dentro de los objetos mismos que las ejemplifican. Para Aristóteles, cada cosa real es una mezcla de potencia y acto; en otras palabras, cada cosa es una combinación de aquello que puede ser (pero que todavía no es) y de aquello que ya es (también distinguido como materia y forma), porque todas las cosas cambian y se convierten en otra cosa diferente de lo que son, excepto los intelectos activos humanos y divinos, que son formas puras.

Para Aristóteles, la naturaleza es un sistema orgánico de cosas cuyas manifestaciones comunes hacen posible ordenarlas en clases de especies y géneros; cada especie tiene una forma, propósito y modo de desarrollo en cuyos términos se puede expresar. El fin de la ciencia teórica es definir las actitudes, propósitos y modos esenciales de desarrollo de todas las especies y disponerlos en su orden natural de acuerdo con sus complejidades según su forma, siendo los principales niveles el inanimado, el vegetativo, el animal y el racional. El alma, para Aristóteles, es la forma o realidad del cuerpo, y los humanos, cuyo espíritu racional constituye una forma más elevada que la de las demás especies terrenales, la más elevada dentro de las perecederas. Los cuerpos celestes, compuestos de una sustancia imperecedera o éter, y movidos en un perfecto movimiento circular por Dios, son todavía más altos en el orden de la naturaleza. Esta clasificación jerárquica de la naturaleza fue adoptada por muchos teólogos cristianos, judíos y musulmanes en la edad media como una visión de la naturaleza.

La filosofía política y ética (ésta última desarrollada en Ética a Nicómaco) de Aristóteles surgió también de un examen crítico de los enunciados platónicos. Las normas de conducta personal y social, según Aristóteles, pertenecen al estudio científico de las tendencias naturales de los individuos y las sociedades en vez de contemplarse en la esfera celeste de las ideas puras. Menos insistente que Platón en una conformidad rigurosa respecto a los principios absolutos, Aristóteles consideró las reglas éticas como guías prácticas para alcanzar una vida feliz y plena. El énfasis que puso en la felicidad, como el cumplimiento de las capacidades naturales, expresó la actitud hacia la vida que mantuvieron los griegos cultos de su tiempo. En teoría política adoptó una posición más realista que Platón. Se mostró conforme con el modelo de una monarquía gobernada por un rey sabio que llegaría a representar la estructura política ideal, pero reconocía asimismo que las sociedades difieren en sus necesidades y tradiciones, y creía que una democracia limitada conforma y ordena el mejor compromiso concebible. En su teoría del conocimiento, Aristóteles rechazó la doctrina platónica por la que el saber es innato e insistió en que sólo puede adquirirse mediante la generalización desde la experiencia. Interpretó el arte como una vía al servicio del placer y de la ilustración intelectual en lugar de ser un instrumento de educación moral. Su análisis de la tragedia griega en Poética es considerado el hito fundacional de la crítica literaria

FILOSOSIA MEDIEVAL

Filosofía medieval, conjunto de sistemas, doctrinas y teorías que, en el ámbito de la filosofía, fueron formuladas durante la edad media.

Es difícil definir el concepto “filosofía medieval”. En primer lugar, el término “medieval” es en sí mismo vago a efectos filosóficos. Una convención aceptada generalmente engloba bajo este epígrafe el periodo comprendido entre Boecio (siglo V) y Guillermo de Ockham (siglo XIV). Es decir, más de 800 años de la historia del mundo occidental. Esto último, a su vez, aparta de nuestro campo de estudio casi todo el pensamiento medieval ajeno a Europa o al mundo islámico.

En segundo lugar, el término “filosofía” se aplicaba en la edad media a un amplio abanico de saberes, desde la astronomía a la teología, pues se usaba como sinónimo de “sabiduría” o “conocimiento”. Por tanto, el término “filosofía” se utiliza aquí en su sentido moderno, para referirse a la investigación rigurosa de cualquier asunto al nivel más abstracto y general y no a sistemas de pensamiento (independientemente de su complejidad o sofisticación) consistentes en opiniones sobre la naturaleza de las cosas o reglas acerca de cómo debería vivir el ser humano.

Las cuatro fuentes principales de la filosofía medieval fueron la filosofía clásica y las tres religiones más importantes de la época: el cristianismo, el judaísmo y el islam. Pese a que el neoplatonismo ejerció alguna influencia, especialmente sobre algunos pensadores islámicos primitivos, Platón fue una figura mucho menos importante que Aristóteles. Aunque al principio de este periodo la mayoría de la obra de Aristóteles se había perdido en Europa, buena parte de ella fue descubierta a partir del siglo XII por los musulmanes, que habían entrado en contacto con la filosofía griega en el curso de la expansión del islam.

La obra filosófica de los escritores judíos que vivían en países musulmanes y escribían fundamentalmente en árabe (entre ellos Maimónides, Moisés Nahmánides, Yehuda ha-Leví y Solomon ben Yehuda Ibn Gabirol), y la de los filósofos musulmanes (como Averroes, Avicena, Alfarabí y Al-Kindi) sufrió una acerba réplica teológica debido a los conflictos existentes entre las diversas creencias religiosas y las nuevas especulaciones metafísicas. Así pues, sólo la tradición filosófica cristiana sobrevivió hasta el final del periodo medieval, en parte debido a que los pensadores cristianos se mostraron menos atrevidos a la hora de afrontar los conflictos entre razón y religión que sus colegas judíos y musulmanes. Algunos de los filósofos cristianos más importantes, aparte de los mencionados y por mencionar, fueron Pedro Abelardo, san Anselmo, Juan Escoto Eriúgena y Juan Duns Escoto.

El propósito de la filosofía medieval no era construir grandes sistemas, ni desarrollar visiones del mundo (al menos en este punto guarda cierta similitud con la filosofía del siglo XX). El filósofo medieval ya tenía una visión del mundo: la religiosa. De hecho, el tema dominante de la época (tanto en los autores cristianos, como en los musulmanes y judíos) fue el intento de conciliar aquélla con las ideas filosóficas clásicas. Durante este proceso emergió una tradición filosófica clara y distinta, a cuya aparición coadyuvó la fundación de las universidades de Bolonia, París y Oxford. En el contexto cristiano, esta tradición filosófica se conoce por el nombre de escolasticismo o escolástica, la filosofía de escuelas y escolares.

Buena parte de las obras del periodo surgieron a partir del estudio de las obras de Aristóteles y de los distintos intentos para aplicar su pensamiento a la teología (ejemplos paradigmáticos de ello fueron san Buenaventura y santo Tomás de Aquino, autor de una de los textos filosóficos medievales más importantes: Summa Theologiae, 1265-1273). No se ponía excesivo énfasis en la originalidad, pero sí existió una cierta tendencia progresiva hacia la elaboración de un pensamiento caracterizado por un mayor grado especulativo. Algunos temas de importancia, también para escuelas posteriores, fueron el debate entre realismo y nominalismo, la relación entre fe y razón, y el desarrollo de un léxico técnico filosófico a partir del cual poder asentar la especulación lógica y metafísica.

El relativamente lento desarrollo de la filosofía medieval hizo que ésta se viera finalmente superada, a partir del siglo XIV, por el avance más acelerado de las ciencias físicas y políticas. En filosofía, el renacimiento se caracterizó por los trabajos de Francis Bacon, Nicolás de Cusa y Nicolás Maquiavelo, y por un desplazamiento del interés medieval por el aristotelismo hacia la recuperación del platonismo. No obstante, la filosofía hizo escasos progresos durante el periodo renacentista, que normalmente es considerado como un interregno entre la filosofía medieval y la filosofía moderna. El comienzo de esta última suele ser delimitado a partir de la obra de René Descartes, en parte basada en el rechazo de buena parte del bagaje escolástico.

28 de octubre de 2009

7:45 a. m.

Algunas Notas sobre Hallowenn


Saludos mis amigos!!!

Con relación a las festividades que tienen los americanos y nuestros países que han copiado y se "guillan" de "gringuitos", les dejo un especial realizado por el sitio Encuentra.com, portal de la Iglesia Católica Mexicana. Nos puede dar luces. Clic Aquí o en el título

Además pueden consultar este artículo tomado de Wikipedia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Halloween

26 de octubre de 2009

8:47 p. m.

La Filosofía Medieval



La Filosofía Medieval

Nombre dado por la Iglesia católica a los autores que establecieron la doctrina cristiana antes del siglo VIII. Los escritos de los Padres, o literatura Patrística, sintetizaron la doctrina cristiana tal y como se encuentra en la Biblia, especialmente en el Evangelio, los escritos de los Padres Apostólicos, las máximas eclesiásticas y las decisiones de los concilios de la Iglesia. Facilitaron un conjunto doctrinal articulado de la enseñanza cristiana para su transmisión por todos los rincones del Imperio romano.

Hay que tomar en cuenta que al principio la Iglesia no quería saber nada de la filosofía, ya que estaban bajo la impresión de la nueva vivencia de su fe. Gracias a San Agustín, se puso un sí positivo a la filosofía. Nosotros queremos dice San Agustín, hablar no solo con la autoridad de las sagradas escrituras, sino también basados en la universal razón humana (Ratio: relación entre dos cantidades). Si los filósofos han dicho algo que exacto ¿por qué no lo hemos de aceptar?, al fin de cuentas puede incluso servir para razonar la fe y para comprenderla mejor.

En el siglo IV, la Patrística alcanza su plena madurez. Es el momento en que los herejías han alcanzado su mayor agudeza y el gran movimiento maniqueo, que se extiende de oriente a occidente, amenazan a la Iglesia. Por otra parte el pensamiento cristiano ha adquirido profundidad y claridad, y al mismo tiempo vigencia social en el Imperio Romano. El mundo antiguo esta en su última etapa. Los bárbaros están llamando desde hace tiempo a todas las puestas del Imperio; a lo largo de sus fronteras se hace sentir la presencia de los pueblos germánicos, que se van infiltrando lentamente, antes de realizar la gran irrupción del siglo V. Y sobre todo el paganismo ha dejado de existir; la cultura romana se agota en el comentario y sigue nutriéndose, al cabo de los siglos de una filosofía la griega que no es capaz de renovar. En este momento aparece San Agustín, la plenitud de la Patrística, que resume en su personalidad inmensa el mundo antiguo, al que todavía pertenece, y la época moderna, que anuncia, y cuyo punto de arranque es él mismo. En la obra agustiniana se cifra este paso decisivo de un mundo a otro.

San Agustín (354 - 430)

Es una de las figuras más emblemáticas de su tiempo, del cristianismo y de la filosofía. Su personalidad tan original y abundante deja una huella profunda en todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y la teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la Escolástica, toda la dogmática cristiana, disciplinas enteras como la filosofía del espíritu y la filosofía de la historia, ostentan la marca inconfundible que les imprimió. Más aun: el espíritu cristiano y el de la modernidad están influidos decisivamente por San Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han recurrido de un modo especial a las fuentes agustinianas.

a. Verdad

b. Dios

Tesis filosóficas de San Agustín: c. Creación.

d. Alma.

e. El Bien.

f. La Ciudad de Dios.

Verdad: en encendidas controversias con los escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no se puede dudar es de la misma duda". Existe pues la verdad con lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas, cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es una proposición de vigencia universal para cualquiera que tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3 tiene que ser igual a 10, halla San Agustín lo que también en otros casos debe ser verdad para todo espíritu racional, a saber, las reglas, ideas y normas conforme a las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo apriorístico, en lo cual el hombre, frente al mundo y su experiencia, se demuestra superior, libre y autónomo.

Dios: el mismo San Agustín que busca la verdad en el interior del hombre, dice a la vez con no menor énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo verdadero es verdadero para tener participación en ella. Considera esta ascensión como prueba de que existe Dios y el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo verdadero, el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así Dios es todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a todo, ninguna categoría se le puede aplicar.

Creación: este concepto no es filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San Agustín trata de pensarlo, se le ofrecen inmediatamente dificultades filosóficas. En este caso, habría que admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios, y no es por tanto, una procesión necesaria, como con frecuencia sé repitió contra la teoría de la emanación. San Agustín deja por fin la cuestión en suspenso. Ve que no se puede resolver con nuestros conceptos espaciales y temporales.

Alma: lo que San Agustín escribe sobre el alma, su fina intuición, su arte de ver y dominar las cosas, su penetrante análisis y otras diversas cualidades lo revelan como sicólogo de primer orden. El alma tenía para él especial interés. "A Dios y al alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el primado frente al cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca del cuerpo: el espíritu del cristianismo y su doctrina de la creación no lo permiten. No obstante, para San Agustín el hombre es propiamente el alma. Y así, seguirá pensándose, aun después de que en la alta edad media prospere la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y el alma.

El Bien: cuando San Agustín habla en lenguaje religioso, el bien no es para él otra cosa más que la voluntad de Dios. Pero cuando trata de descubrir los fundamentos más profundos, dice: "El bien se da con la ley eterna". Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para los platónicos, también aquí constituyen el fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un orden eterno. No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y el conocimiento es verdadero, con tal que se orienten conforme a este orden eterno.

La Ciudad de Dios: siempre tendrá lugar en la historia del mundo la lucha entre la luz y las tinieblas, entre lo eterno y lo temporal, entre lo supra sensible y lo sensible, entre lo devino y lo antidivino. En su gran obra la Ciudad de Dios San Agustín, muestra cómo los poderes del bien tienen que luchar constantemente con los poderes del mal. Su sentido definitivo es el triunfo del bien sobre el mal.

El Escolasticismo.

Movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón natural humana, en particular la filosofía y la ciencia de Aristóteles, para comprender el contenido sobrenatural de la revelación cristiana. Principal movimiento en las escuelas y universidades medievales de Europa, desde mediados del siglo XI hasta mediados del siglo XV, su ideal último fue integrar en un sistema ordenado tanto el saber natural de Grecia y Roma como el saber religioso del cristianismo. El término escolástica también se utiliza en un sentido más amplio para expresar el espíritu y métodos característicos de ese momento de la historia de la filosofía o cualquier otro espíritu o actitud similar hacia el saber encontrados en otras épocas. El término escolástica, que en su origen designaba a los maestros de las escuelas monásticas o catedralicias medievales, de las que surgieron las universidades, acabó por aplicarse a cualquiera que enseñara filosofía o teología en dichas escuelas o universidades.

Características Principales.

Los pensadores escolásticos sostuvieron una amplia variedad de ideas tanto en filosofía como en teología. Lo que da unidad a todo el movimiento escolástico son las metas comunes, las actitudes y los métodos aceptados de un modo general por todos sus miembros. La principal preocupación de los escolásticos no fue conocer nuevos hechos sino integrar el conocimiento ya adquirido de forma separada por el razonamiento griego y la revelación cristiana. Este interés es una de las diferencias más características entre la escolástica y el pensamiento moderno desde el renacimiento.

El objetivo esencial de los escolásticos determinó algunas actitudes comunes, de las que la más importante fue su convicción de la armonía fundamental entre razón y revelación. Los escolásticos afirmaban que el mismo Dios era la fuente de ambos tipos de conocimiento y la verdad era uno de Sus principales atributos. No podía contradecirse a Sí mismo en estos dos caminos de expresión. Cualquier oposición aparente entre revelación y razón podía deberse o a un uso incorrecto de la razón o a una errónea interpretación de las palabras de la revelación. Como los escolásticos creían que la revelación era la enseñanza directa de Dios, ésta tenía para ellos un mayor grado de verdad y certeza que la razón natural. En los conflictos entre fe religiosa y razonamiento filosófico, la fe era siempre el árbitro supremo, la decisión de los teólogos prevalecía sobre la de los filósofos. Después de principios del siglo XIII, el pensamiento escolástico puso mayor énfasis en la independencia de la filosofía en su campo propio. A pesar de todo, durante el periodo escolástico la filosofía estuvo al servicio de la teología, no sólo porque la verdad de la filosofía estaba subordinada a la de la teología, sino también porque los teólogos utilizaban la filosofía para comprender y explicar la revelación.

Esta postura de la escolástica chocó con la llamada teoría de la doble verdad del filósofo y físico hispano-árabe Averroes. Su teoría mantenía que la verdad era accesible tanto a la teología como a la filosofía islámica pero que tan sólo la filosofía podía alcanzarla en su totalidad. Por lo tanto, las llamadas verdades de la teología servían, para la gente común, de expresiones imaginativas imperfectas de la verdad auténtica, sólo accesible por la filosofía. Averroes sostenía que la verdad filosófica podía incluso contradecir, al menos de una forma verbal, las enseñanzas de la teología islámica.

Como resultado de su creencia en la armonía entre fe y razón, los escolásticos intentaron determinar el ámbito preciso y las competencias de cada una de estas facultades. Muchos de los primeros escolásticos, como el eclesiástico y filósofo italiano san Anselmo, no lo consiguieron y estuvieron convencidos de que la razón podía probar algunas doctrinas procedentes de la revelación divina. Más tarde, en el momento de esplendor de la escolástica, el teólogo y filósofo italiano santo Tomás de Aquino estableció un equilibrio entre razón y revelación. Sin embargo, los escolásticos posteriores a santo Tomás, empezando por el teólogo y filósofo escocés Duns Escoto, limitaron cada vez más el campo de las verdades capaces de ser probadas a través de la razón e insistieron en que muchas doctrinas anteriores que se pensaba habían sido probadas por la filosofía tenían que ser aceptadas sobre la base única de la fe. Una de las razones de esta limitación fue que los escolásticos aplicaron los requisitos para la demostración científica, recogidos al principio en el Organon de Aristóteles, de una manera mucho más rigurosa que lo había hecho cualquiera de los filósofos anteriores. Esos requisitos eran tan estrictos que el propio Aristóteles rara vez fue capaz de aplicarlos en detalle más allá del campo de las matemáticas. Esta tendencia desembocó de forma teórica en la pérdida de confianza en la razón natural humana y en la filosofía, como quedó caracterizada la primera época del renacimiento, y así lo asumieron los primeros reformadores religiosos protestantes, como Martín Lutero.

Otra actitud común entre los escolásticos fue su sometimiento a las llamadas autoridades, tanto en filosofía como en teología. Esas autoridades eran los grandes maestros del pensamiento de Grecia y Roma y los primeros Padres de la Iglesia. Los escolásticos medievales se impusieron a sí mismos pensar y escribir mediante el estudio único e intensivo de los autores clásicos, a cuya cultura y saber atribuían certezas inmutables. Tras alcanzar su plena madurez de pensamiento y producir los primeros trabajos originales de filosofía, siguieron citando a las autoridades para dar peso a sus propias opiniones, aunque a estas últimas llegaban en muchos casos de manera independiente. Críticas posteriores concluyeron de esta práctica que los escolásticos eran meros compiladores o repetidores de sus maestros. En realidad, los escolásticos maduros, como santo Tomás de Aquino o Duns Escoto, fueron muy flexibles e independientes en su utilización de los textos de los clásicos; a menudo con el fin de armonizar los textos con sus propias posiciones, ofrecieron interpretaciones que eran difíciles de conciliar con las intenciones y motivos inspiradores en los clásicos. El recurso a la cita de los clásicos fue, en muchos casos, poco más que un ornamento estilístico para empezar o finalizar la exposición de las propias opiniones e intentaba demostrar que las ideas del exegeta eran continuidad del pasado y no simples novedades. Novedad y originalidad de pensamiento no eran perseguidos de forma deliberada por ninguno de los escolásticos sino más bien minimizadas lo más posible.

Los escolásticos consideraron a Aristóteles la máxima autoridad filosófica, llamándole de modo habitual "el filósofo". El primer prelado y teólogo cristiano san Agustín fue su principal autoridad en teología, tan sólo subordinado a la Biblia y a los concilios oficiales de la Iglesia. Los escolásticos se adhirieron con mayor intensidad y sin ninguna crítica a las doctrinas emitidas por la jerarquía eclesial al admitir las opiniones de Aristóteles en materia de ciencias empíricas, como la física, la astronomía y la biología. Su aceptación sin crítica debilitó a la escolástica y fue una de las principales razones de su desdeñoso rechazo por parte de los investigadores y sabios del renacimiento e incluso de mucho tiempo después.

Principales Filósofos Escolásticos.

Entre los escolásticos más destacados de los siglos XI y XII se encuentran san Anselmo; el filósofo, teólogo y profesor de lógica Pedro Abelardo y el filósofo y clérigo Roscelino, que fundó la escuela de filosofía conocida como nominalismo. Entre los pensadores judíos del mismo periodo, el rabino, filósofo y físico Maimónides intentó armonizar la filosofía aristotélica con la revelación divina como se entiende en el judaísmo, en un espíritu similar al de los escolásticos cristianos. Los escolásticos de la llamada edad de oro del siglo XIII incluyen a santo Tomás de Aquino y al filósofo alemán san Alberto Magno, ambos pertenecientes a la orden de los dominicos; al monje y filósofo inglés Roger Bacon, al prelado y teólogo italiano san Buenaventura, y a Duns Escoto, todos pertenecientes a la orden de los franciscanos y al sacerdote seglar belga del siglo XIII Henry de Ghent. El nominalismo se convirtió en la escuela filosófica dominante del siglo XIV, cuando la escolástica empezó a declinar. El nominalista más importante fue el filósofo inglés Guillermo de Ockham, un gran lógico que atacó todos los sistemas filosóficos de los escolásticos precedentes para mantener en cambio que la razón humana y la filosofía natural tenían un campo de acción mucho más limitado del que sus antecesores habían establecido.

Si bien es cierto que estos autores representan a la filosofía medieval, ahora veamos de una forma más detallada uno a uno a los más importantes de estos en cuanto a la Escolástica:

Averroes (1126-1198).

Filósofo árabe musulmán, físico, jurista maliki y teólogo ashari, nació en Córdoba, España. Su padre, un juez de Córdoba, le enseñó jurisprudencia musulmana. En su ciudad natal también estudió teología, filosofía occidental y matemáticas con el filósofo árabe Ibn Tufayl, y medicina con el médico árabe Avenzoar. Averroes fue designado juez en Sevilla en 1169 y en Córdoba en 1171; en 1182 se convirtió en el médico de Abu Yaqub Yusuf, el califa almohade de Marruecos y de la España musulmana. La idea de Averroes de que la razón prima sobre la religión le llevó al exilio en 1195 por orden de Abu Yusuf Yaqub al-Mansur; fue restituido poco antes de su muerte.

Averroes mantenía que las verdades metafísicas pueden expresarse por dos caminos: a través de la filosofía (según pensaba el griego clásico Aristóteles y los neoplatónicos de la antigüedad tardía) y a través de la religión (como se refleja en la idea simplificada y alegórica de los libros de la revelación). Aunque en realidad Averroes no propuso la existencia de dos tipos de verdades, filosófica y religiosa, sus ideas fueron interpretadas por los pensadores cristianos, que las clasificaron de "teoría de la doble verdad". Rechazó el concepto de la creación del mundo en el tiempo: mantenía que el mundo no tiene principio. Dios es el "primer motor", la fuerza propulsora de todo movimiento, que transforma lo potencial en lo real. El alma individual humana emana del alma universal unificada. Los amplios comentarios de Averroes sobre la obras de Aristóteles fueron traducidos al latín y al hebreo y tuvo gran influencia tanto en la escolástica y la filosofía cristiana (en la Europa medieval) como en los filósofos judíos de la edad media. Su principal obra original fue Tahafut al-Tahafut (árabe, "La destrucción de la destrucción"), donde rebate una obra del teólogo islámico Algazel sobre la filosofía. Es también autor de obras sobre medicina, astronomía, derecho y gramática.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274).

A veces llamado doctor angélico y el príncipe de los escolásticos, filósofo y teólogo italiano, cuyas obras lo han convertido en la figura más importante de la filosofía escolástica y uno de los teólogos sobresalientes del catolicismo.

Nació en una familia noble en Roccasecca (cerca de Aquino, en Italia) y estudió en el monasterio benedictino de monte Cassino y en la Universidad de Nápoles. Ingresó en la orden de los dominicos todavía sin graduarse en 1243, el año de la muerte de su padre. Su madre, que se oponía a la entrada de Tomás en una orden mendicante, le confinó en el castillo familiar durante más de un año en un vano intento de hacerle abandonar el camino que había elegido. Le liberó en 1245, y entonces Tomás viajó a París para completar su formación. Estudió con el filósofo escolástico alemán Alberto Magno, siguiéndole a Colonia en 1248. Porque Tomás era de poderosa constitución física y taciturno, sus compañeros novicios le llamaban buey mudo, pero Alberto Magno había predicho que "este buey un día llenará el mundo con sus bramidos".

Tomás de Aquino fue ordenado sacerdote en 1250, y empezó a impartir clases en la Universidad de París en 1252. Sus primeros escritos, en particular sumarios y explicaciones de sus clases, aparecieron dos años más tarde. Su primera obra importante fue Scripta super libros Sententiarum (c. 1256), que consiste en comentarios sobre una obra influyente relacionada con los sacramentos de la Iglesia, conocida como el Sententiarum libri quatuor, del teólogo italiano Pedro Lombardo. En 1256 a Tomás de Aquino se le concedió un doctorado en teología y fue nombrado profesor de filosofía en la Universidad de París. El papa Alejandro IV, que ocupó la silla pontificia desde 1254 hasta 1261, le llamó a Roma en 1259, donde sirvió como consejero y profesor en la curia papal. Regresó a París en 1268, y en seguida llegó a implicarse en una controversia con el filósofo francés Siger de Brabant y otros seguidores del filósofo islámico Averroes.

Estudio de Aristóteles y los averroístas para comprender la crucial importancia de esta polémica en la evolución del pensamiento de Occidente, es necesario considerar el contexto en que se produjo. Antes de Tomás de Aquino, el pensamiento occidental había estado dominado por la filosofía de san Agustín, el gran Padre y Doctor de la Iglesia occidental durante los siglos IV y V, quien consideraba que en la búsqueda de la verdad se debía confiar en la experiencia de los sentidos. A principios del siglo XIII las principales obras de Aristóteles estuvieron disponibles en una traducción latina de la escuela de traductores de Toledo, acompañadas por los comentarios de Averroes y otros eruditos islámicos. El vigor, la claridad y la autoridad de las enseñanzas de Aristóteles devolvieron la confianza en el conocimiento empírico, lo que originó la formación de una escuela de filósofos conocidos como averroístas. Bajo el liderazgo de Siger de Brabant, los averroístas afirmaban que la filosofía era independiente de la revelación. Esta postura amenazaba la integridad y supremacía de la doctrina católica, apostólica romana y llenó de preocupación a los pensadores ortodoxos. Ignorar a Aristóteles, tal como lo hacían los averroístas, era imposible, y condenar sus enseñanzas era inútil. Tenía que ser tenido en cuenta. San Alberto Magno y otros eruditos habían intentado hacer frente a los averroístas, pero con poco éxito. Santo Tomás triunfó con brillantez.

Reconciliando el énfasis agustino sobre el principio humano espiritual con la afirmación averroísta de la autonomía del conocimiento derivado de los sentidos, Tomás de Aquino insistía que las verdades de la fe y las propias de la experiencia sensible, así como las presentadas por Aristóteles, son compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el misterio de la encarnación, pueden ser conocidas sólo a través de la revelación, y otras, como la composición de las cosas materiales, sólo a través de la experiencia; aun otras, como la existencia de Dios, son conocidas a través de ambas por igual. Así, la fe guía al hombre hacia su fin último, Dios; supera a la razón, pero no la anula. Todo conocimiento, mantenía, tiene su origen en la sensación, pero los datos sensibles pueden hacerse inteligibles sólo por la acción del intelecto, que eleva el pensamiento hacia la aprehensión de tales realidades inmateriales como el alma humana, los ángeles y Dios. Para lograr la comprensión de las verdades más elevadas, aquellas con las que está relacionada la religión, es necesaria la ayuda de la revelación. El realismo moderado de santo Tomás afirmó los grandes conceptos de su sistema en el pensamiento, en oposición al realismo extremo, el cual los proponía como independientes del pensamiento humano. No obstante, admitía una base para los universales en las cosas existentes en oposición al nominalismo y conceptualismo. En su filosofía de la política, a pesar de reconocer el valor positivo de la sociedad humana, se propone justificar la perfecta racionalidad de la subordinación del Estado a la Iglesia.

Santo Tomás primero sugirió su opinión madurada en De unitate intellectus contra averroistas (1270). Esta obra volvió la tendencia contra sus oponentes, quienes fueron censurados por la Iglesia.

Santo Tomás dejó París en 1272 y se fue a Nápoles, donde organizó una nueva escuela dominica. En marzo de 1274, mientras viajaba para asistir al Concilio de Lyon, al que había sido enviado por el papa Gregorio X, cayó enfermo. Murió el 7 de marzo en el monasterio cisterciense de Fossanova.

Con más fortuna que ningún otro teólogo o filósofo, santo Tomás organizó el conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de su fe. En su esfuerzo para reconciliar fe con intelecto, creó una síntesis filosófica de las obras y enseñanzas de Aristóteles y otros sabios clásicos: de san Agustín y otros Padres de la Iglesia, de Averroes, Avicena, y otros eruditos islámicos, de pensadores judíos como Maimónides y Solomon ben Yehuda ibn Gabirol, y de sus predecesores en la tradición escolástica. Esta síntesis la llevó en la línea de la Biblia y la doctrina católica.

El éxito de santo Tomás fue inmenso; su obra marca una de las escasas grandes culminaciones en la historia de la filosofía. Después de él, los filósofos occidentales sólo podían elegir entre seguirle con humildad o inclinarse hacia alguna otra dirección diferente. En los siglos posteriores a su muerte, la tendencia dominante y constante entre los pensadores católicos fue adoptar la segunda alternativa. El interés en la filosofía tomista empezó a restablecerse, sin embargo, hacia el final del siglo XIX. En la encíclica Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa León XIII recomendaba que la filosofía de santo Tomás fuera la base de la enseñanza en todas las escuelas católicas. El papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), afirmaba que la filosofía tomista es la guía más segura para la doctrina católica y desaprobaba toda desviación de ella. El tomismo permanece como una escuela importante en el pensamiento contemporáneo. Entre los pensadores, católicos y no católicos, que han trabajado dentro del marco tomista, han estado los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson.

Santo Tomás fue un autor prolífico en extremo, con cerca de 800 obras atribuidas. Las dos más importantes son Summa contra Gentiles (1261-1264), un estudio razonado con la intención de persuadir a los intelectuales musulmanes de la verdad del cristianismo y la Summa theologica (1265-1273), en tres partes (sobre Dios, la vida moral del hombre y Cristo), de la que la última está inacabada.

BIBLIOGRAFIA

"Enciclopedia Microsoft Encarta 99".

GARCÍA M. Manuel; (1971). "Lecciones Preliminares de Filosofía." Editorial Porrúa. 3ra edición. México D.F., México.

HIRSCHBERGER, J.; (1968). "Breve Historia de la Filosofía." Edittorial Herder. 2da edición. Barcelona, España.

MARÍAS, Julián; (1960). "Historia de la Filosofía." Ediciones Castilla. 12ª edición. Madrid, España.

21 de octubre de 2009

6 de septiembre de 2009

9:14 a. m.

Nuevo Formato


Saludos jóvenes amigos que siguen este sitio. Me da mucho gusto poder compartir el nuevo formato que asumimos por entender que es más atractivo y que nos permitirá tener un acercamiento mayor a los recursos y de manera más ágil.

Gracias por su apoyo y seguiremos avanzando, si Dios nos lo permite!!!

5 de septiembre de 2009

2:23 a. m.

Consejo de los expertos para realizar presentaciones efectivas

Fuente: http://www.eduteka.org/

Crear presentaciones impactantes no es nada fácil hoy en día, cuando la sociedad es bombardeada constantemente con información de todo tipo. La cultura occidental se está moviendo rápidamente desde la información escrita y verbal hacia el dominio de la imagen y la comunicación visual. Los números y las letras continúan y continuarán siendo el principal medio para expresar y registrar información, pero su absoluto dominio está cediendo el paso al avance de la información visual [1].
En los documentos impresos, el lenguaje ha sido el elemento principal y los factores visuales se han considerado como secundarios o de soporte. Actualmente, en los medios de comunicación prima lo visual y lo verbal simplemente complementa. Nuestra cultura verbal se ha movido hacia lo icónico al punto que la mayoría de lo que sabemos y aprendemos, lo que compramos y en lo que creemos, lo que reconocemos y deseamos, está determinado por la imagen fotográfica que hace eco en la psiquis humana [2]. Es urgente que los estudiantes desarrollen sus capacidades para trabajar adecuadamente con entornos visuales como la multimedia y que reconozcan cuando un dato debe presentarse en forma visual y cuando en forma descriptiva con palabras y números.
Presentamos a continuación una serie de ideas propuestas por expertos en el tema para que sirvan como guía del maestro en la formación de los estudiantes en la realización de presentaciones efectivas.

IDEAS

PROFUNDIDAD EN LA INVESTIGACIÓN

El profesor se debe asegurar que la proporción de tiempo dedicada por los estudiantes a la investigación y el desarrollo de ideas sea mayor que el tiempo dedicado a preparar las diapositivas.
Para la mayoría de los temas, la investigación y reflexión deberían comprender alrededor del 80% o más del tiempo total del proyecto. Investigación=80%, Presentación=20% [3].
Estas expectativas se deben comunicar a los estudiantes al inicio del proyecto y para formalizarlas se solicita a cada estudiante que lleve un registro del tiempo dedicado a cada actividad.
También desde el inicio del proyecto debe dejarse claro que las nuevas tecnologías son deslumbrantes y pueden añadirle gran valor a una presentación. Pero los estudiantes no deben dejarse seducir por ellas ya que la audiencia lo que desea es escuchar algo realmente nuevo, producto de una excelente investigación.


APORTAR INFORMACIÓN (DATOS NUEVOS)

Dependiendo del tema a tratar, los estudiantes necesitan presentar evidencia suficiente para sustentar un argumento sólido que cubra los tópicos y dimensiones exigidos por el proyecto de investigación. La respuesta a ¿cuánto es suficiente? depende del tema que se aborde.
Los estudiantes deben tener en cuenta que las presentaciones efectivas dependen de la calidad de la información expuesta y no de la forma como ésta se presente (espectacularidad).
Se debe poner especial cuidado en la articulación de la información que se aporte en la presentación. Un argumento sólido debe conducir a una exposición fluida de los datos nuevos sobre un tema en particular que la audiencia no conoce.
Cuando los estudiantes hayan construido respuestas, creado soluciones, tomado decisiones y propuesto recomendaciones sobre un tema, podrán dedicarse a compartir sus descubrimientos. En este punto, ellos deben enfocarse en la comunicación persuasiva del contenido [3].
Se debe alentar a los estudiantes para que en cada investigación, si es pertinente, analicen cómo se relaciona su proyecto con los temas de actualidad e interés para la comunidad estudiantil.


ÉTICA

Desde un comienzo se debe establecer el respeto por los derechos de autor que los estudiantes deben observar a lo largo de la investigación. Ellos deben citar las fuentes de las cuales obtuvieron todos los elementos utilizados en su presentación (texto, fotografías, imágenes, mapas, etc).
A no ser que las fuentes se citen en cada diapositiva, la ultima debería listar las obras consultadas, no importa que se trate de una presentación informal [4].
Los profesores deben familiarizarse con las leyes y normas que regulan el respeto por los derechos de autor [5].
El docente debe realizar un esfuerzo importante para ayudar a formar buenos ciudadanos en un mundo cada vez más digital. Es importante destinar un tiempo para reflexionar con los estudiante sobre este asunto.


DISEÑO

SELECCIONAR TEXTO E IMAGEN

Se debe solicitar a los estudiantes que preparen un guión con el fin de evitar productos finales carentes de una estructura lógica o que no puedan comunicar el mensaje central. Además, éste puede usarse como herramienta de evaluación durante el desarrollo del proyecto [4].
El guión con los temas y subtemas puede ser la diapositiva inicial de la presentación. A partir de ésta se definen los títulos de las otras diapositivas y bajo cada título se incluye el texto explicativo, las imágenes de apoyo y las notas personales.
Cada diapositiva debe tener un título que aclare tanto al público como al estudiante que realiza la presentación, cuál es el punto principal a comunicar. Esto asegura la coherencia en la presentación y ayuda a organizar el material.
El texto de cada diapositiva se debe limitar a unas cuantas frases. En general, cada diapositiva debe contener sólo seis líneas de texto, con seis palabras por línea, no importa que un par de diapositivas tengan 8 líneas, pero que esto no sea la regla.
A no ser que los estudiantes realicen una cita textual, no deben incluirse párrafos en las diapositivas.
Escriba frases, no oraciones. Tenga en cuenta que la presentación es el soporte de su discurso verbal, no el reemplazo de éste y que le debe recordar además, hacer comentarios adicionales.
No olvide simplificar, simplificar y simplificar. Cuando el estudiante termine de preparar la presentación, debe volver a editarla con el fin de omitir palabras innecesarias o reemplazar oraciones por palabras claves.
Se debe tener especial cuidado con la redacción y ortografía, pues los errores se magnifican cuando se proyectan. Un buen truco consiste en imprimir la presentación y pedirle a alguien más que la lea con el fin de corregir errores ortográficos, mecanográficos u otras inconsistencias.
Las ayudas visuales como gráficas, mapas, dibujos y fotografías, entre otras, se deben utilizar para permitir a la audiencia visualizar conceptos que de otra forma resultarían difíciles de entender. Deles ese uso.
No espere que las ayudas visuales hagan análisis, creen empatía, generen preguntas o construyan una relación con la audiencia. Esa es labor del presentador.
Es recomendable que cada diapositiva tenga el logotipo del colegio, el nombre y el grado del estudiante, ubicados en la parte baja al lado izquierdo.
Se debe abrir y cerrar la presentación con textos que sean especiales. Los primeros minutos sirven para establecer un contexto que es critico para generar las expectativas y el interés de la audiencia. Los minutos finales sirven para unir todas las piezas y enfatizar los puntos más importantes que se han tratado a lo largo de la presentación.


ARMONÍA

Debe promoverse la simplicidad a lo largo de toda la presentación.
Sea consistente en el tipo de letra, su tamaño y formato.
Se debe usar un tipo de letra clara y fácil de leer como Arial, Tahoma o Verdana. Así como fondos de pantalla sencillos.
Todas las palabras deben ser legibles desde el lugar más alejado del salón. Las combinaciones de mayúsculas y minúsculas son las más legibles [4].
Las viñetas deben ser consistentes; en un listado de acciones todas las frases deben comenzar con verbos; en un listado de beneficios todos los puntos deben corresponder a esta categoría.
Todas las viñetas pueden comenzar con un verbo, o las frases con un sujeto. Esta estructura hará que la presentación fluya más fácilmente de un punto a otro.
6 palabras en cada viñeta, 6 viñetas en cada diapositiva, y no más de 6 diapositivas de texto seguidas, es una buena práctica. Seis diapositivas de texto seguidas, quiere decir que el presentador habla por lo menos 10 minutos sin ninguna ayuda visual.
La apariencia de las diapositivas debe ser variada. Es buena idea intercalar graficas, con frases y listados, con fotos. Una impresión en papel de la presentación permite asegurarse que hay variedad visual.
Hay que ser cuidadoso con el uso de los colores. Una buena elección de colores es un punto critico para la transmisión del mensaje. Por ejemplo, la utilización del rojo en presentaciones que contengan resultados numéricos debe hacerse con cuidado ya que este color significa valores negativos.
Asegúrese de tener buen contraste entre el texto y el fondo. Los expertos recomiendan colores muy oscuros para el texto y pasteles pálidos para el fondo como amarillo claro, aunque algunos prefieren texto claro sobre fondo oscuro.
Al final de la presentación tenga un par de diapositivas en blanco seguidas de otra que diga "Gracias" o que presente nuevamente el contenido de la diapositiva inicial.


ELIMINAR DISTRACCIONES

Los diseños muy vistosos pueden opacar el impacto del mensaje.
Use transiciones naturales, como el texto que cae o que aparece desde la izquierda. Es más fácil leer cuando el texto proviene siempre del mismo lugar. No se exceda con las transiciones, pues no todas las diapositivas requieren efectos especiales.
La presentación debe tener el mínimo posible de sonidos y animaciones. Estos elementos deben reservarse para dar mayor énfasis a los puntos importantes [4].
No utilice colores complementarios en la misma diapositiva (rojo y verde, azul y anaranjado, etc).
No utilice colores brillantes, sobre todo colores primarios, pues estos distraen, cansan e incluso pueden ocasionar problemas de visión para algunos asistentes.
Los dispositivos de proyección pocas veces producen los mismos colores que un monitor. Asegúrese de verificar que todas las tonalidades de la presentación se vean bien cuando son proyectadas.


PRESENTACIÓN

HABLAR

Si el presentador se comunica con seguridad y transmite sus conocimientos con sinceridad, la audiencia tiende a darle mayor credibilidad y confianza. Es muy importante enseñar al estudiante a evitar la mera apariencia de convicción, debe aprender a pensar y comunicarse honestamente. Esto constituye uno de los aspectos esenciales de un buen ciudadano.
Los demagogos han dominado las técnicas oratorias, se debe alentar a los estudiantes para que reconozcan y duden de los oradores manipuladores y falsos. Es indispensable que los estudiantes desarrollen el pensamiento crítico para no "caer" ante una presentación poco profunda o ante imágenes e ideas de dudosa validez.
El orador efectivo crea una conexión fuerte con la audiencia y establece contacto visual con cada miembro del grupo en diferentes momentos de la presentación.
Se debe evitar que el estudiante lea las diapositivas. La audiencia las puede leer sin ayuda del expositor, éste debe concentrarse en la elaboración y exploración del tema investigado.


ACTUAR

·El estudiante no puede olvidar su primera y mas útil herramienta audiovisual: ¡Él mismo!. Su rostro, su voz, sus manos y su cuerpo son mucho más expresivos que cualquier cosa que la tecnología pueda producir.
Haga pausas deliberadas con diapositivas neutrales que le permitan acercarse más a su audiencia.
Herramientas como PowerPoint son más poderosas en manos de un presentador hábil. Por eso se les debe insistir a los estudiantes que practiquen sus presentaciones.
Otra de las formas de involucrar a la audiencia con el presentador además del contacto visual y el entusiasmo, consiste en contar anécdotas personales, apuntes divertidos o ejemplos inteligentes [4].
Es buena idea tener un "Plan B". La tecnología es cada día más fácil de usar, pero sigue existiendo la posibilidad de que un proyector no pueda comunicarse con el computador, o pueda caerse la red. Tenga un plan de contingencia como tener la presentación en transparencias o tener una copia impresa que se pueda fotocopiar en cualquier momento. Si el equipo falla, el estudiante debe continuar, él es el mensaje; las ayudas visuales son sólo eso, ayudas.

LA AUDIENCIA
Analice su objetivo y las expectativas de la audiencia. ¿Cuál es el propósito de la presentación: enseñar, persuadir, motivar, aclarar o informar?
Si el mensaje del orador le llega a la audiencia de una manera convincente y atractiva, es probable que varios de los asistentes den señales de aprobación mediante alguna forma de lenguaje corporal. El presentador debe estar pendiente de este tipo de señales a fin de continuar como va o rectificar en la forma de presentar la información.
El estudiante que realiza la presentación debe hacerse preguntas como: ¿Quién está sentado ahí? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cuáles sus preferencias? ¿Qué comportamientos tienen? ¿Cuánto saben sobre el tema? ¿Cuánto vocabulario manejan, y ¿Qué nivel de profundidad se le debe dar al tema?
Por respeto a la audiencia, asegurarse antes de iniciar la presentación que todos los elementos fundamentales para llevar a cabo la presentación, funcionen apropiadamente.
Es importante que dentro del tiempo de la presentación haya espacio para que la audiencia pueda hacer preguntas.
Pensando en el momento de las preguntas, es importante conocer la ubicación dentro de la presentación de las diapositivas claves para llegar a ellas directamente a fin de aclarar las dudas presentadas por la audiencia.

EVALUACIÓN

EJEMPLOS
El docente puede comunicar a sus estudiantes lo que espera de ellos con la presentación, mostrándoles ejemplos de buenos trabajos [3].
Para lograr que los estudiantes realicen trabajos de calidad, con profundidad y elegancia, se debe permitir que ellos aprecien trabajos excelentes realizados por otros estudiantes en proyectos similares.
Aunque existe el peligro de que imiten los trabajos realizados por otros estudiantes, en general responden bien cuando ven una serie de productos y presentaciones que demuestren una buena combinación de pensamiento y uso apropiado de la tecnología [3].

INSTRUMENTOS
En el caso de los proyectos de investigación donde se ha utilizado un modelo como Big 6, la presentación debe ser un componente sumario de un producto mayor. Los estudiantes deben desarrollar sus presentaciones solo después de haber terminado un ensayo profundo donde hayan considerado las preguntas esenciales sobre el tema elegido [4].
Las Matrices de Valoración (Rubrics en inglés) (http://rubistar.4teachers.org/index.php?&skin=es&lang=es&) pueden usarse para describir a los estudiantes lo que el docente espera. Esta herramienta se puede desarrollar con los estudiantes para que ellos estén mas involucrados en el proceso de crear buenos productos.
He aquí dos ejemplos de Matrices de Valoración, una para evaluar la presentación Multimedia y otra para evaluar la creación de una pagina Web.
La presentación realizada con un software como PowerPoint es el compendio visual de los descubrimientos que apoyan la presentación oral. Lo ideal es que la presentación se acompañe de un ensayo o argumento cuidadosamente construido, desarrollado en un procesador de palabras, que plantee las ideas principales y las trate con profundidad [3].
REFERENCIAS
[1] Lindstrom, Robert L., Being Visual, Chapter 3: Multimedia Literacy. A Guidebook for Strategic Presentation in the Rich-media Communications Era.
[2] Dondis, Donis A. A primer of Visual Literacy.
[3] Mckenzie, Jamie. Scoring Power Points.
[4] Valenza, Joyce Kasman. PowerPoint effective, but often misused.
[5] Copyright Website. Portal que provee información sobre derechos de autor para todos los navegantes en Internet (inglés)..


BIBLIOGRAFÍA
Anderson, Gail Zack. Top Ten Tips for PowerPoint Slide Shows.
Anderson, Gail Zack. First Steps First.
Anderson, Gail Zack. Adding Value with Visual Aids.
Endicott, Jim. Five Step Approach to Mapping Your Presentation Content.
Lindstrom, Robert L., Being Visual, Chapter 2: Presentation Evolution?. A Guidebook for Strategic Presentation in the Rich-media Communications Era.
Miller, Anne. Defining Your Audience.
Misner, Carol D. Tips on Multimedia: Using PowerPoint for Presentations.
Plagiarism.org. Recursos en línea para educadores preocupados con el crecimiento del plagio en Internet (inglés).
Valenza, Joyce Kasman. Teaching Ethics in a World of Electronics. · Presentation Visual Design Guide.


Fecha de publicación en EDUTEKA: Junio 29 de 2002. Fecha de la última actualización: Junio 29 de 2002.

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